Cristina volvió a sorprender: llegó a la Casa Rosada a las cinco y media de la tarde
Con rutina muy diferenciada por tratarse de un viernes, Cristina Kirchner volvió a sorprender ayer al arribar a las 17.30 a la Casa de Gobierno, donde mantuvo reuniones con ministros y colaboradores, en medio de su prolongado silencio, y sin que hubiera información oficial, ni tampoco imágenes de esos encuentros. Pantalón negro, amplia camisola blanca, cartera negra colgando del brazo derecho e infaltables anteojos oscuros fue el look que exhibió la Presidenta al ingresar en la Casa Rosada. Tras el saludo protocolar al oficial de guardia de Granaderos, se dirigió a pasos rápidos a su despacho.
Cristina Kirchner había estado por última vez el lunes en la Rosada, también unas horas por la tarde y en reuniones a puertas cerradas con sus funcionarios. En los días siguiente s pasó muchas horas en el sanatorio Otamendi, donde el miércoles fue operada su madre, Ofelia Wilhelm, pero no regresó a la sede de gobierno. Ayer, según pudo saberse, pasaron por su despacho el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el secretario de Seguridad, Sergio Berni; la ministra de Industria, Débora Giorgi; el de Defensa, Agustín Rossi; y el titular de la ANSeS, Diego Bossio, al que se vio entrar a la Rosada vistiendo muy informal, con camisa arremangada y fuera del pantalón. También estuvo el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, en una jornada en que el dólar blue casi tocó los $12.

Con Berni se habría interiorizado de la situación en Córdoba y Entre Ríos, donde resurgió la tensión luego de los conflictos policiales.
Este lunes se cumplirán 40 días del silencio autoimpuesto por la Presidenta, en medio de una aceleración de la devualuación del peso que no logra frenar la caída de reservas del Central y la disparada del dólar blue, que mete mayor presión sobre los precios y configura una amenaza sobre los acuerdos que aparecen como la política más importante para ponerle un coto a la inflación.
La salida de escena pública de Cristina Kirchner ha dado motivo a muchas versiones y genera incertidumbre aún entre los funcionarios. Para algunos fue sugestivo que el jueves, el vice Amado Boudou volvió a entrar a la Rosada para reunirse con Capitanich. Esta semana se sumó el miércoles la operación de la madre de Cristina -que permanece internada- para hacer que los movimientos presidenciales se salieran aún más de las rutinas habituales.